domingo, 12 de septiembre de 2010

Recuerdos del colegio (IV)

No se si estaré acertado al ponerme a escribir algunas de las cosas que me ocurrieron durante nuestra larga permanencia en el colegio , pero tratare de plasmar de la mejor de los formas algunos de los recuerdos que en un principio no relate y que una vez que acabe de hacerlo en mis memorias de mis años de niñez y pubertad he llegado a la conclusión de que estos recuerdos que juzgue que no serian de interés , si que lo son ; ya que cualquier recuerdo por insignificante que me parezca ahora, el día de mañana cuando yo ya no este, mis descendientes podrán saber de primera mano como fue la niñez de su abuelo, bisabuelo …. en fin creo que es una forma de permanecer con la familia que tengo y la que me sucederá, algún día , por tanto seguiré plasmando todos o casi todos los recuerdos que en paginas anteriores deje no lo hice. Era el mes de Octubre del año 1.943,

cuando pasamos de clase a la edad de nueve o diez años a la que era llevada por profesores y no por mujeres la verdad que sentí algún miedo dado que la clase a que nos asignaban era la que llevaba D. Patricio García era este maestro un hombre de carácter fuerte y educado muy a la antigua de tal manera que empleaba aquellos métodos que por el que él y la gente de su generación se guiaban por lo del refrán o dicho popular de LA LATRA CON SANGRE ENTRA era su lema y cuando algún muchacho se desmandaba actuaba de forma inmediata empleando el palo o mejor dicho la regla , de ello puedo dar fe ya que la anécdota que a continuación relato lo demuestra; en cierta ocasión una vez que acabamos de hacer las cuentas de todas las mañanas que por cierto eran una suma bastante grande , muchas veces con mas de diez o quince dígitos por sumando y otros tantos de estos, así como una multiplicación y una división de las mismas características, D. Patricio dijo que se dijese en voz alta el resultado de las distintas operaciones y así fuimos haciendo todos pero he aquí que cuando me preguntó a mi todo fue bien menos la división que difería del resto de la clase en dos cifras del cociente , yo había hecho la prueba de los nueve pero es sabido que esta algunas veces falla y en esa división fallaba entonces nuestro profesor dio por hecho que yo tenia un error y había hecho mal la cuenta por lo que me dijo lo siguiente te voy a dar tantas bofetadas como cifras tengan el dividendo y el divisor , mas una mas por si el grupo separado fuese menor y contados estos dígitos eran diez y ocho, que fueron las tortas que me dio; seguidamente , se puso a hacer dicha operación y el resultado de la misma era el que yo tenia; al ver que todos se habían copiado de mi compañero de pupitre que que se llamaba José Luis Auyón quedo Don Patricio muy avergonzado y me dijo que le perdonase,¡¡ pero las dieciocho bofetadas no me las quitó nadie¡¡ , a pesar de esto siempre he considerado a este hombre una personas justa y un gran profesional que se preocupaba porque los chicos aprendiésemos aquellas materias que el juzgaba que nos serian necesarias , nunca lo juzgue una persona cruel simplemente era un hombre de su tiempo, pero horrando ya que nunca castigo a ningún niño injustamente a sabiendas y cuando en raras ocasiones erraba en algo tenía la valentía de pedir disculpas cosa rara en los adultos de aquellos tiempos, ademas tratare de contar algunas cosas mas de este profesor al igual que de los demás pues hay cosas que relatar que hoy día algunas causan risa y otras lo contrario.

Seria sobre el mes de Noviembre del año 1946 cuando estando en la clase de D. Patricio ocurrió una anécdota que a continuación relato.

Me parece que en alguna de las paginas anteriores he citado entre los compañeros de clase a Pichi cuyo nombre era Eduardo no recuerdo hoy en día el apellido de este muchacho, pero en cambio recuerdo perfectamente su fisonomía y la forma que tenia de actuar pues era un muchacho sorprendente ya que siendo juguetón cuando había que serlo al mismo tiempo destacaba por su forma de actuar casi constantemente pues su tranquilidad y parsimonia para todo llamaba la atención; y era muy raro que alterase por nada ; esta forma de actuar dio origen a que D.,Patricio le designa como el Muerto ; bien, el recuerdo de este chico me ha llevado a memorizar esa anécdota : en cierta ocasión D. Patricio estaba dando , o mejor dicho explicando una clase de ciencias naturales , en la que el tema eran los metales y sus características dentro del reino mineral , cuando observo que el buen Pichi estaba totalmente distraído sin prestar la menor atención a lo que el profesor decía ;por lo que dirigiéndose al chico le dijo: a ver que se levante el muerto, entonces el Pichi se levantó de su pupitre , con su característica parsimonia y le pregunto; “que son los metales “, y él que había oído algo contestó como mucho aplomo , los metales son FUNERALES ; la carcajada fue general en toda la clase menos para el profesor , al que la respuesta no le hizo ninguna gracia, por lo que le castigo a recibir un par de palmetazos con la regla en cada una de las manos. Muchas son las cosa y casos que de vez en cuando llegan a mi memoria algunos de los cuales tratare de relatar.





En otra ocasión y sobre las mismas fechas fuimos al cine Apolo en la misma calle del colegio , donde la película que vimos que se titulaba “TARZAN Y SU HIJO “”, dicha cinta fue origen de un suceso que a renglón seguido expongo: varios días después de haber visto la mencionada proyección unos de nuestros compañeros y como es fácil suponer de nuestra edad apellidado Mosquera y me parece recordar que de nombre Rafael , se puso a jugar a ser Tarzán por lo que desde una de las escaleras que daban acceso a las clases desde el patio se subió al muro de la misma y queriendo imitar al hombre mono se lanzó al vacío tratando de llegar a la rama mas cercana de uno de los arboles , pero a lo que parece no calculo bien la distancia que le separaba del sitio donde se encontraba él y cayo al suelo, si bien la altura no era mucha , tuvo la mala suerte de caer de cabeza dándose de lleno contra una especie de reguera de cerámica que había para el riego de los arboles, avisados los auxiliares estos lo cogieron en brazos y a todo correr lo llevaron ala enfermería desde donde en una ambulancia lo trasladaron al Hospital dela Princesa en la calle de Alberto Aguilera gracias a la rapidez con que fue atendido escapo bastante bien del golpe que recibió , tengo que decir que aquel día vi a todos los componentes de la plantilla francamente preocupados , pues en el primer momento creyeron que este muchacho se había matado con la mencionada caída , este chico permaneció el hospital una semana y después fue reintegrado al colegio, donde pasó a la enfermería durante algo mas de un mes, en eso a decir vedad no puedo hablar nada en contra del trato que daba a los niños cuando eran ingresados a la enfermería, que siempre puedo recordar fue muy bueno de afectuoso, tanto por parte de Teresa la enfermera como de la monja o monjas que estuvieron a cargo dela misma´.

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